¿Artista o virtuoso? Quizás la frontera entre una cosa y la otra es demasiado fina, difusa y, sobre todo, subjetiva. Sin embargo, diccionario en mano, sí que hay alguna diferencia entre ser un artista y ser un virtuoso del área correspondiente.
Nada como acudir a la Real Academia para salir de dudas y ver que, efectivamente, virtuoso puede ser, entre otras cosas, un artista «que domina de modo extraordinario la técnica de su instrumento». Es aquí donde puede hacerse una valoración subjetiva. ¿En base a qué se califica el arte de extraordinario?
Preguntas filosóficas y profundas aparte, en ocasiones sí que se puede comprobar hasta dónde llega un artista en el dominio de su campo. Es el caso de los dibujantes de cómic que intentaron demostrar su virtuosismo en una dura prueba a la que les sometió la revista Life: dibujar a sus personajes con los ojos vendados.
Los resultados de esta prueba se publicaron en el número del 3 de febrero de 1947 (puedes verlo aquí, a partir de la página 122). El planteamiento no era otro que responder a una gran pregunta: «¿Cómo consigues que los personajes que dibujas tengan el mismo aspecto una y otra vez?», se cuestionaban en la revista Life.
Si la respuesta señala a la práctica diaria como la causa principal, no deberían tener ningún problema en dibujar sus creaciones con los ojos vendados, ¿no?
Diez de los personajes más populares del cómic estadounidense de la primera mitad del siglo XX se reunieron así en las páginas finales de la revista Life versionados por sus propios autores. A la izquierda puedes ver cómo suele ser cada personaje en su día a día y a la derecha la versión «a ciegas».
Puede que unos te suenen más que otros. Algunos habrán llegado a ti en forma de antiguos tebeos, quizá otros cruzaron el charco y llegaron vivos a tu infancia, mientras que probablemente algunos no te suenen de nada. Son el comilón Dagwood, el comandante Hoople y otros compañeros del papel norteamericano de los años 20, 30 y 40.
En este peculiar examen no faltaron algunos míticos, como el agente secreto X-9 o el inspector Dick Tracy. Realmente, poco importa quiénes sean los protagonistas de estas páginas de la revista Life. Lo importante es cómo sus creadores, reconocidos dibujantes de la primera mitad del siglo XX, patinaban un poco si se les ponía contra las cuerdas. También hay que reconocer que, para hacerlo con los ojos tapados, algunos no lo hicieron nada mal:
Sin embargo, otros podrían estar firmados perfectamente por el mismísimo Picasso y, de esta forma, ser una obra de arte de incalculable valor. Como dibujo hecho a imagen y semejanza de un personaje de cómic, pierden bastante:
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Con la información y las imágenes de la revista Life, rescatadas por A Hole in the Head
No hay nada como un buen dibujo (o un buen cantante):
– Destapan una red de científicos que compiten por meter canciones de Bob Dylan en sus artículos
– ¿Qué tienen en común Bill Gates, Los Simpson y la E. Coli? Una torre de tortitas