El jersey navideño se ha convertido en una característica casi omnipresente de la temporada de Adviento, a la par que el ‘Black Friday’ o la lucha por instalar el mayor número de luces de colores en las casas. Estas prendas de dudoso gusto ahora ya no buscan un lugar perpetuo en el armario de tu tía abuela, sino que saltan a los ‘outfits’ de la gente de bien para convertirse en un clásico de estas fechas tan señaladas.
En las últimas décadas, nuestra cultura ha refinado su sentido de la ironía y ha formado una obsesión en torno a la nostalgia. Estos dos temas, en combinación, han allanado el camino para el resurgimiento de esta abrigada prenda como icono. La moda es cíclica. Pero es raro que una vestimenta se considere anticuada y moderna al mismo tiempo. Porque los jerséis navideños que ahora adoptamos con amor como «horteras» alcanzaron una gran popularidad en la década de 1980. Muy pocos estilos pueden presumir del mismo atractivo intergeneracional.
Un jersey navideño, lo habrás adivinado, es cualquier jersey con temática relacionada con la Navidad (aunque también puede valer cualquiera con un motivo invernal) que pueda considerarse llamativo o incluso de mal gusto. El consenso general es que cuantos más adornos tenga (oropeles, renos, Papá Noeles, bastones de caramelo, duendes, regalos, etc.) mejor. Es difícil decir quién inventó el primer jersey de Navidad. De hecho, podemos suponer que estas prendas fueron diseñadas con la intención original de estar a la moda. Por tanto ese es un buen momento para empezamos a trazar una línea del tiempo sobre su advenimiento.
Los jerséis con temáticas invernales se empezaron a confeccionar a gran escala por primera vez en la década de 1950, cuando las vacaciones de Navidad se comercializaban cada vez más. Inicialmente conocidos en EE.UU. como ‘Jingle Bell Sweaters’, estos jerséis de primera generación tuvieron muchos años de modesta popularidad. Pero no fue sino hasta la década de 1980 cuando se convirtieron en un concepto kitch-global.
Para obtener pistas sobre dónde comenzó exactamente su punto de inflexión hacía la eternidad, debemos echar un vistazo a la icónica comedia de televisión que aquí se bautizó como “La hora (o el show) de Bill Cosby”, que presentaba a los Huxtables y sus peripecias como familia afroamericana de clase medio-alta. El patriarca era tan entusiasta de los jerséis de punto con diseños ornamentados y contrastes imposibles que su nombre se convirtió en sinónimo de moda. La importancia cultural de esta serie de televisión probablemente contribuyó a la longevidad del jersey pintoresco como una opción de moda más en aquellos lejanos ochentas.
Este tipo de jerséis también estuvo mucho tiempo frente a las pantallas tras el clásico de estas fechas ‘Vacaciones de Navidad’ de Chevy Chase. Desde el lanzamiento de la película en 1989, hemos visto a la familia Griswold vistiendo suéteres que son más que ridículos para los estándares actuales. Pero el uso de los jerséis navideños en esta película realmente cruzó la línea entre la ironía consciente y la moda sincera de los 80.
El hábito de usar jerséis de Navidad extravagantes como declaración de moda chic permaneció latente durante los años 90. Pero llegó un momento, con el nuevo milenio, que la gente comenzó a organizar fiestas de jerséis navideños feos. Los autores de ‘Ugly Christmas Sweater Party Book: The Definitive Guide to Getting Your Ugly On’ afirman haber rastreado los orígenes de esta ahora extendida tradición hasta sus raíces en Vancouver, en la Columbia Británica.
Según el libro, dos hombres llamados Chris Boyd y Jordan Birch son responsables de la primera fiesta de jerséis navideños horteras que tuvo lugar en el Commodore Ballroom en Vancouver en 2002. Afirman que se dispusieron a organizar «una fiesta cursi, para sentirse bien, y los jerséis fueron un ingrediente principal de aquello». Poco sabían que su pequeño e irónico evento evolucionaría en fenómeno cultural.
Después de ganar tracción como, esencialmente, una broma interna a gran escala, el jersey navideño llegó al mundo de moda. En 2010, el diseñador italiano Riccardo Tisci estrenó una serie de jerséis de angora con Givenchy. Como parte de su colección de otoño de 2011, Dolce & Gabbana presentó su colección de suéteres tan feos como hermosos. En los últimos años, el jersey navideño se ha convertido en un pilar de la moda de otoño e invierno, y se ha vuelto común en tiendas como H&M o Zara.
Así que hoy en día puedes pagar un Potosí por un jersey de Navidad de un diseñador de renombre, o puedes ir a una tienda de segunda mano y conseguir uno por solo unos euros. O simplemente hurgar a través de la ropa vieja de tu abuelo para encontrar el jersey de Navidad más feo conocido por el hombre.
Ya sea que constituya o no un paso en falso de la moda, el jersey navideño despierta una sensación indudablemente cálida y difusa, ya que evoca recuerdos del hogar y la infancia. También es bastante abrigado y práctico para estos fríos invernales. Después de todo, las vacaciones están llenas de ansiedad por los regalos y copiosas cantidades de interacción familiar. ¿Qué mejor manera de desestresarse que ponerse un jersey de campeonato y reírse de todo?
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