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El viaducto de las nubes y otras obras de la ingeniería china que parecen salidas de un parque de atracciones

Los fans de las megaconstrucciones saben a dónde deben ir de vacaciones si quieren divertirse como en un niño en un parque de atracciones: a China. En la potencia asiática se están levantado los prodigios más fascinantes de la ingeniería, algunos tan enormes y costosos que parecen de fantasía. Los datos, las imágenes… Te va a costar creer que no nos lo hemos inventado, pero la Gran Muralla o el Gran Buda de Leshan no es lo único que han hecho a lo grande. Agárrate bien, abróchate el cinturón y súbete con nosotros a este carrusel de la ingeniería más bestia y sobrecogedora ‘made in China’.

¡Vienen curvas!

En Tianlong, la montaña más alta de Taiyuán, capital de la provincia china de Shanxi, se acaba de inaugurar un viaducto de tres pisos que salva un gran desnivel y que parece una atracción de Disney World. La gente local describe la experiencia de conducir por esta calzada sinuosa como lo más parecido a “montar en una montaña rusa”. Y no es para menos. Recuerda a las famosas Siete Revueltas de la carretera que va de Madrid a Segovia.

Próxima parada: las nubes

Lo llaman el Ascensor de los Cien Dragones, pero su nombre no es lo más impresionante (y ya es difícil) que tiene esta imponente construcción china. Se trata del ascensor exterior más alto del mundo, con una elevación de 326 metros en mitad de los acantilados del Parque Nacional de Zhangjiajie. Y precisamente sus vistas son su mayor atractivo y lo que hace que acudan los turistas en masa, pues este enclave singular fue el elegido por James Cameron para rodar varias escenas de su famosa película ‘Avatar’. Eso sí, no es apto para gente con vértigo… ni para cardíacos, ya que además se encuentra en una zona propensa a los terremotos.

‘El Ojo de Bohai’

Completada en 2017, esta noria se encuentra en el centro de un puente que cruza el río Bailing y toma su nombre en honor al mar del mismo nombre que baña la costa norte de la provincia de Shandong. Se trata de la mayor noria sin radios del mundo, de 145 metros de altura y que es además la cuarta mayor del planeta. La particularidad de esta nueva creación está en su estructura sin radios, ya la noria se sustenta en dos puntos en la superficie. También destaca su estructura en forma de malla, que los arquitectos han decidido bautizar como “columna del dragón”. Los pasajeros tardan 30 minutos en completar una vuelta en cabinas para 10 personas que además tienen wifi, por si a alguno se aburre de las impresionantes vistas.

Bienvenido a Arendelle

Cada invierno desde 1963, en la ciudad china de Harbin, muy cerca de la fría Siberia, se levanta una auténtica ciudad de hielo que es lo más parecido al reino de Frozen. Los gélidos edificios y atracciones se construyen con motivo del Festival de Esculturas de Nieve y Hielo y, si el sol no los derrite antes de tiempo, duran hasta finales de febrero. Auténticas hordas de turistas (más de un millón al año) acuden a contemplar la maravilla, a pesar de que el termómetro llega a marcar los -38º. Como si la buena de la reina Elsa te abrazase sin guantes.

¡Hagan juego!

Aunque alberga los más famosos y visitados, ningún casino de Las Vegas tiene el honor de ser el más grande del mundo. Para jugarse los ahorros en una auténtica megaconstrucción, uno tiene que ir a China, concretamente a la antigua colonia portuguesa de Macao. Allí se encuentra The Venetian, un gigantesco templo de las ruletas y las tragaperras de más de 975.000 metros cuadrados que es, al mismo tiempo, la mayor estructura hotelera de toda Asia y el tercer edificio más grande del mundo.

Este saber sí ocupa lugar (y mucho)

Los templos del conocimiento también pueden ser alucinantes, al menos en la potencia asiática. Así sucede con la asombrosa biblioteca que abrió sus puertas hace poco más de un año en el distrito de Binhai, en Tianjin. En sus 33.700 metros cuadrados, divididos en cinco plantas, más de un millón de libros libros se distribuyen a lo largo y ancho de un sistema continuo de estanterías que hace que las paredes parezcan infinitas. La sensación de amplitud interminable es sobrecogedora.

Un ojo en el espacio

Aunque su denominación oficial es FAST (siglas en inglés de Telescopio Esférico de Quinientos metros de Apertura), se lo conoce como ‘El ojo del cielo’ y es el mayor radiotelescopio del mundo. Un aparato enorme pero increíblemente fino capaz de captar señales emitidas a millones de años luz de la Tierra, entre ellas, si los hubiera, los posibles intentos de comunicación extraterrestre. Eso si la avalancha de turistas no interfiere, como algunos temen, en su funcionamiento.

Terminal interminable

Aunque todavía está en construcción, se espera que el aeropuerto internacional de Pekín-Daxing (todavía sin nombre oficial), que debería inaugurarse en octubre de 2019, sea con diferencia el más grande y más activo del mundo en cuanto a tráfico de pasajeros. Con 8 pistas, 268 áreas de estacionamiento, una terminal de 700.000 metros cuadrados y capacidad para 620.000 vuelos al año, será un auténtico nido de dragón. Y una megaconstrucción imponente.

Puentes que cruzan el horizonte

Aunque todo lo demás está muy bien, si algo destaca de la faraónica ingeniería china son sus puentes. Tienen el puente Duge, el más alto del mundo (565 metros de altura, el equivalente a un edificio de 200 pisos), que cruza el río en la frontera entre las provincias de Yunnan y Guizhou, pero también algunos otros tan impresionantes como el que cuelga sobre el río Sidu (496 metros) o el de Aizhai (336 metros), famoso por sus increíbles vistas.

Pero no solo de elevarse va la cosa, pues China también puede presumir de albergar el puente más largo del mundo. No es un puente como te lo estás imaginando, pues apenas tiene tramos sobre el agua, sino más bien un larguísimo viaducto (de 164,8 kilómetros) que la línea de alta velocidad entre Pekín y Shanghái utiliza para salvar las tierras pantanosas del delta del Yangtsé.

¿Todavía no has notado el subidón de adrenalina? Te invitamos por último a volver al gran cañón de Zhangjiajie, donde se alza se alza el puente de cristal más alto y más largo del planeta, solo para paseantes. Mide 430 metros de largo, 6 de ancho y está suspendido a 375 metros de altura. Por supuesto, es una atracción turística de primer orden, aunque los que tengan miedo a las alturas tal vez no se atrevan a cruzarlo.

Y es que la ingeniería china, como los parques de atracciones, es solo para los que gustan de emociones fuertes. Construcciones imponentes que nos dejan con la boca abierta, la piel de gallina y un selfi interesante que subir a Instagram.

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Con información de China News, Idealista, Magnet, National Geographic y ABC e imágenes de Wikimedia Commons (1, 2, 3, 4, 5 y 6).

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