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Los nuevos consumidores

Los tiempos cambian, y los consumidores también. Cualquiera que trabaje en marketing, sabe que lo primero es conocer cómo son, qué buscan y qué quieren los posibles clientes de nuestra marca, para poder crear las campañas a su medida.
En los países desarrollados, la gran mayoría de la población tiene sus necesidades básicas cubiertas y por tanto, muchas de las compañías tienen superado el proceso de creación de productos demandados y sólo encuentran espacio de crecimiento invirtiendo el proceso de mercado. Es decir, en lugar de crear productos que satisfagan necesidades, crean la necesidad para colocar sus productos inventados.
Pero como suele ocurrir, la realidad a veces supera a la ficción, y son los propios consumidores los que se reinventan…
Hasta hace pocos años, los clientes se dividían básicamente atendiendo a una escala socioeconómica básica: Sexo, Edad, Entorno (Urbano/Rural) y Poder adquisitivo (Bajo/Medio,/Alto). A partir de ahí, y de la famosa Pirámide de Maslow, se creaba un producto y su correspondiente campaña.
Sin embargo, cuando existe la abundancia (al menos hasta que empezó la famosa crisis) y las fronteras entre las antiguas clases sociales se diluyen, se avanza en la igualdad de sexos, y la tecnología se extiende, los consumidores se van unificando y evolucionando a formas más complejas de vida. Veamos algunas de ellas, entre las que tal vez te encuentres.
BOBOS
No es una forma peyorativa de definirlos. Se trata de una contracción de dos adjetivos en inglés: Bourgeois bohemian, traducido como Burgués Bohemio (Bu Bo). Los bubos pertencen al mundo capitalista y urbano, formando arte activa de él. Pueden ser ejecutivos de empresas o prefesionales liberales. Se mueven por tanto en un mundo sofisticado y consumista y sin embargo, deciden abrazar formas de vida más propios de los hippies. Para David Brooks, autor del libro «Bobos in Paradise»  publicado en 2000, son una evolución de los yuppies de los noventa y si aquellos gastaban en productos de marca y lujo, los BuBos compran también productos caros, pero por tratarse de artesanía, comercio justo o productos ecológicos.
ADULTESCENTES
La mejor forma de describir este nuevo target es pidiéndole a tus padres que te cuenten cómo eran ellos a tu edad, si es que superas los 35 años. Mira su álbum de fotos y pregúntales cómo vivían. Luego mírate al espejo y compara. Ellos eran unos señores y señoras hechos y derechos. Adultos, padres de familia y viviendo para trabajar.
Hoy, alguien de 35 años no se diferencia demasiado de otro de veinte. Al menos, de uno de veinte de hace veinte años. Visten y se comportan más como adolescentes que como «señores mayores», y muchos aun trabajando, siguen viviendo en el hogar parental. Todo ello, les convierte en un target de lo más apetecible, pues su capacidad de compra se dirige aún a video juegos, electrónica, ropa de marca, artículos deportivos y otros productos más o menos superfluos. Siguen comprando juguetes, pero más caros.
DINKIS
Repite el experimento anterior, y comprueba cómo eran o tal vez sigan siendo aún tus padres (si eres mayor de 35 años). Seguramente, sólo trabajaba el padre y en la familia había más de un hijo. Volvamos al presente (de antes de la crisis) y comprobemos que muchas unidades familiares son parejas en las que ambos trabajan y no tienen tiempo o ganas de tener hijos. Esa condición, descrita en inglés como siempre en marketing, se define ahora como «Double Income No Kids«, DINKI , o lo que es igual «Dobles Ingresos No Niños». Si eres un DINKI, es muy probable que además seas Adultescente, y tienes muchas papeletas para llegar a ser un Bubo.
PROSUMER
Más allá de cómo sea la unidad familiar o los gustos y aficiones, los consumidores actuales ya no son meros espectadores de la vida, reflejada en los medios de comunicación tradicionales y recibiendo los mensajes publicitarios unidireccionales. Ahora son internautas, y la red actual se caracteriza por dos cosas: información casi infinita, y participación. Todo ello, ha convertido al cliente de toda la vida en una mutación de Consumidor y Productor de información (Producer + Consumer: Prosumer). Ya no sólo compra una marca determinada, si no que genera más información sobre ella, a favor o en contra que la propia marca. Y esa información estará disponible para el resto de consumidores que a su vez repetirán el proceso. De ahí que se hable tanto del impacto de las redes sociales, blogs, etc. Si hasta ahora el problema de las marcas rodeadas de competencia dirigiéndose a clientes que tienen de todo era que éstos se comportaban como mariposas de flor en flor sin una especial fidelidad, ahora esas mariposas se transforman en abejas, que no sólo van de flor en flor, sino que además son precavidos, se comunican entre ellos para informarse entre sí de dónde hay que ir y dónde acecha el peligro y no dudan en clavarte el aguijón si se sienten atacados.

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