Miles de forofos de Star Wars se unen para fabricar réplicas de BB-8
BB-8 apareció en escena por primera vez en la última película de la saga cinematográfica más famosa de la historia, ‘Star Wars: El Despertar de la Fuerza’. La película desató pasiones allá por donde ha pasado y el rechoncho robot no podía ser menos. De hecho, no faltan los seguidores de la nueva unidad robótica que no han tardado en organizarse en un club de lo más curioso.
Un club sobre el personaje de una película cualquiera abre la posibilidad a un sinfín de actividades: lecturas dramatizadas de los guiones, elaboración de disfraces y colecciones de artículos promocionales, entre otras. Sin embargo, el grupo de amantes de BB-8 tiene una misión algo distinta. Su objetivo no es otro que hacer de nuestro mundo un lugar un poco más feliz, llenándolo con adorables réplicas del carismático robot.
Sus fieles seguidores cayeron rendidos a los pies de BB-8 incluso antes de que se estrenara la película. Les bastó aquel primer trailer para comenzar a idear la forma de darle vida al nuevo miembro de la familia galáctica desde los salones de sus casas.
Con un poco de imaginación y mucha maña, pronto empezaron a compartir ideas y consejos a través de internet, dando lugar a la creación del club: BB-8 Builders. El espíritu colaborativo que pronto inundó los foros de discusión permitió que los usuarios fueran capaces de construir versiones del robot a escala real incluso antes de que la película llegara a las salas en en diciembre de 2015 y mucho antes de que naciera el juguete oficial.
Los miembros del club BB-8 Builders construyen desde entonces versiones de lo más fidedignas. Muchos de ellos eran socios ya de un club anterior que también ha dado bastante que hablar: el R2-D2 Builders Club, que desde el año 1999 se ha configurado como punto de encuentro para los amantes de los droides que quieren contar con una versión del histórico compañero de C-3PO rondando por sus pasillos.
La aparición del nuevo grupo no ha hecho ni mucho menos desaparecer el anterior, aunque sí es cierto que con la puesta en pantalla de un nuevo robot, muchos de sus miembros decidieron ponerse manos a la obra en la creación de BB-8.
Sin embargo, antes de pasar a la acción y poder traer a la vida a BB-8, primero era necesario determinar la manera en que iban a construirlo. Investigaron y pasaron por un proceso de desarrollo donde de manera muy participativa, iban lanzando preguntas y aportando soluciones que surgen en torno a la ingeniería que se esconde detrás de tan simpático droide.
Durante este proceso utilizaron fotos disponibles del BB-8 para poder modelarlo en tres dimensiones. Así, podían observarlo desde todas sus perspectivas y tomar decisiones en cuanto a su tamaño y dimensiones.
Una vez concluida la fase de investigación, comenzaron a plantearse de qué manera construir cada una de las partes que configuran el BB-8. A medida que el proceso avanzaba, las partes que producían eran más ligeras, eficaces, y fácilmente impresas en 3D. A partir de ahí, se generaron los modelos para ponerlos a disposición de todos los miembros del club que quisieran imprimirlos.
Otro aspecto importante en toda réplica que se precie es la forma de recrear el movimiento exacto, un objetivo que se llevó buena parte del trabajo de los fabricantes de estas copias de BB-8. Para inspirarse, acudieron al contenido extra disponible en el blu-ray de la película, ‘Construyendo a BB-8’, donde se explica el funcionamiento de todas las versiones de la unidad robótica que se han manejado.
Precisamente debido a esta multitud de opciones, una de las primeras cuestiones que debe abordar quien se disponga a realizar su réplica es seleccionar cuál de todas ellas quiere elaborar. Afortunadamente, pueden obtener algo de ayuda sumándose a las conversaciones iniciadas en los grupos de Facebook y foros de la página web del club. Acceder a ellas es fácil: no hace falta pagar cuota de socio ni rellenar un complicado y extenso formulario.
La página web del club cuenta actualmente con alrededor de 4.000 miembros, de los cuales más de 1.000 son realmente activos, según cuentan los fundadores. Esta alta tasa de participación indica también que alrededor de un centenar de réplicas de BB-8 están hoy en proceso de elaboración.
La accesibilidad de la página web, el carisma del adorable robot y las holgadas reglas para acceder al club no son los únicos factores que explican su éxito. Los miembros también señalan que construir un BB-8 es más fácil que un R2-D2, lo que hace de la actividad algo mucho más atractivo para todo tipo de públicos, en contra de lo que sucede con otros clubes que requieren conocimientos más especializados para poder participar.
Y es que todo lo que se necesita para empezar la construcción de un BB-8 es una impresora 3D. Para el sistema interno, quienes ya cuentan con su réplica indican que su funcionamiento es muy similar al de un coche teledirigido. Además, gracias a que los fabricantes trabajan de manera permanente en el desarrollo de mecanismos más fluidos y simples, esta tarea se convierte cada vez en algo más accesible.
Como sucede en el resto de clubes de fans, los miembros de BB-8 Builders Club también están presentes en las convenciones y eventos que se realizan en Estados Unidos. Su éxito y valía han sido reconocidos incluso por Lucasfilm, que tras oír hablar del grupo contactó con ellos para poder contar con sus réplicas en eventos, del mismo modo que sucedió con los R2-D2.
Este club, que ya se ha ganado la atención de cinéfilos, manitas y algún que otro curioso pone de manifiesto cómo una buena película no solo funciona en pantalla. Más que demostrado queda que la fuerza de Star Wars consigue traspasarla, contagiando su magia y aventuras a todo aquello que toca.
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Con información de The Daily Dot, Hoja de Router (1, 2) y Edsjunk. Imágenes de Wikimedia Commons (1 y 2) y Pixabay (1 y 2)
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