
Vicisitudes del selfie más famoso de la historia
If only Bradley’s arm was longer. Best photo ever. #oscars pic.twitter.com/C9U5NOtGap
— Ellen DeGeneres (@TheEllenShow) marzo 3, 2014
Ellen DeGeneres inspecciona al personal buscando sus víctimas. Las celebridades la miran de reojo desconfiadas. Qué estará tramando esta loca ahora. Nadie lo sabe o, mejor dicho, los actores pretenden no saber de qué va esta calculada maniobra orquestada por los organizadores de la 86 gala de los Oscars. Y por Samsung por supuesto, espónsor y patrocinador y proveedor de ese boyante aparato –nave espacial−que la presentadora pasea por el teatro en busca de víctimas. Elige a Meryl Streep, le dice a Julia que se una, también a Brad y de pronto aparecen otros ocho espontáneos que instintiva o inteligentemente presienten lo que va a suceder. Su careto va a surcar la red enmarcado junto a otros nueve caretos en el selfie más famoso de la historia, en el tuit más retuiteado de la tuithistoria.
Selfie. Dentro de poco la Real Academia de la Lengua, por mucho que les duela, tendrá que incluir esta palabra en el diccionario como un nuevo y flamante anglicismo. No en vano, fue elegida por los hombres con cabeza de códice del Oxford English Dictionary como la palabra del año 2013. Según un estudio que realizaron estos hombres no tan códices, la palabra aumentó su frecuencia en las redes un 17.000 por ciento durante el año pasado. Su primera aparición no fue ni en EE.UU. ni en el Reino Unido, sino en Australia en 2002. Y es que los australianos son unos maestros de los acrónimos, los motes y todo lo que sea reducir palabras y acortarlas para agilizar la conversación. Así nació selfie, de self portrait (autorretrato).
Otro montaje del selfie del año http://t.co/IIZqexASEu #Oscars2014 pic.twitter.com/58lni51pzH
— La Script (@LaScript) marzo 3, 2014
Algunos han profundizado desde el fenómeno lingüístico hasta el fenómeno sociológico. No hay más que ver la web selfiecity que investiga el selfie en distintas ciudades del mundo utilizando una metodología teórica, artística y cuantitativa, para luego desarrollar conclusiones en extensos ensayos. Así concluyen que las mujeres son más asiduas a estos autorretratos y a las poses estridentes con un mayor giro de cabeza. La media de edad es muy joven, de 23,7 años; y los sujetos de los selfies en Sao Paulo y Bangkok sonríen más que los sujetos en Moscú.
Volviendo al selfie más famoso de la historia. Aquel fantástico estatus o mejor dicho, el de tuit más famoso de la historia, lo ostentaba hasta el momento Barack Obama con el abrazo a su mujer tras la reelección como presidente en 2012: 781.579 retuits y 295.788 favoritos.
Four more years. pic.twitter.com/bAJE6Vom
— Barack Obama (@BarackObama) noviembre 7, 2012
Lo siento Obama pero el tuit y selfie de Ellen DeGeneres lleva en menos de 24 horas 2.409.726 retuits y 1.172.449 favoritos. Bye bye looser. Estatus merecido desde luego porque hacer un selfie con diez personas no es moco de pavo. A veces la gente sale con la cara cortada o no entran en la foto, como Liza Minelli. De hecho parece bastante complicado hacérselo uno mismo. ¿Cuántas veces habrá repetido la gente un selfie porque ha salido borroso o porque les quedaba la cara muy de lunes por la mañana?
Pues ahí está el bueno de Bradley Cooper, intentando arrebatarle el teléfono nave espacial a Ellen DeGeneres, que insiste en que tome la foto Meryl Streep que no se ha sacado un selfie en su vida. Bradley por fin le arrebata el entusiasmo a la presentadora y con su exquisito pulso y su profesionalidad selfie inmortaliza un momento que por otro lado pilla a Kevin Spacey con cara de Palpatine, el Lord Sidious. Bienvenidos al lado oscuro. Llegó la hora del Imperio del selfie.
Los montajes con los selfies son lo más #Oscars2014 pic.twitter.com/ZX66oyoC7D
— La Script (@LaScript) marzo 3, 2014
Con la info de Yorokobu y Yoyo press