Los españoles de España tenemos una bien merecida fama de traducir ridículamente los títulos de las películas de Hollywood. Los mexicanos, que suelen ver en versión original los estrenos de sus vecinos del norte, no dan crédito cuando comprueban estupefactos que ‘Eternal Sunshine of the Spotless Mind’, la obra maestra de Gondry/Kaufman se estrenó en España con el ridículo nombre de ‘Olvídate de mí’, y con un eslogan aún más ridículo: “Qué darías por quitarte un mal rollo de la cabeza” (así, sin signos de interrogación).
Pero poca broma, porque en Guatemala, Argentina y unos cuantos países más a aquel lado del charco el ‘Joker’ se ha convertido en el ‘Guasón’. A continuación, otros ejemplos de títulos de películas que vivieron su propio ‘Lost in Translation’ por culpa del castellano.
‘Olvídate de mí’ es un título que no hace justicia a la mágica e incómoda película de Gondry/Kaufman. El distribuidor español debió de pensar que aquel título de comedia romántica era la única manera de atraer al cine a los seguidores de Jim Carrey. La traducción literal era inviable, eso sí.
‘Pulp Fiction’ se llamó ‘Tiempos violentos’ en Latinoamérica. En España, por una vez y con buen tino, mantuvo su título original.
Un clásico de las traducciones torpes, en esta caso por revelar el meollo del argumento, lo que hoy se llama ‘spoiler‘ y en otros tiempos, destrozarte la peli.
Una vez más, los espectadores hispanoamericanos coquetearon con el ‘spoiler’ gracias a un título que, en combinación con el cartel, resultaba demasiado revelador. Una pena que ‘Sillas de montar calientes’ ya lo hubiera usado Mel Brooks décadas atrás.
‘The Blues Brothers’ era una número cómico que inventaron John Belushi y Dan Aykroyd para el programa de TV ‘Saturday Night Live’ y que acabó convertida en película. En España pasó a la posteridad con el título graciosete de ‘Granujas a todo ritmo’. ¿Pudo ser peor? Sí, podía haberse llamado ‘Los hermanos Caradura’, como en Latinoamérica.
El «Shawshank’ del título original hace referencia a la penitenciaría en la que Andy Dufresne (Tim Robbins) cumple cadena perpetua por un doble asesinato. En este caso, el título es pertinente, al menos no desvela que el protagonista acaba dándose el piro (¡ups!).
Posiblemente el título más ‘monguer’ de los ochenta, una década especialmente prolífica para hacer volar la imaginación y el chiste fácil.
El «espacio interior» al que remite el título original es el del cuerpo del conejo por el que viaja en su mini-submarino el protagonista de ‘El chip prodigioso’ (España) o ‘Viaje insólito’ (Latinoamérica), una actualización del ‘Viaje alucinante’ de 1966.
‘Lust for life’ o ‘Sed de vivir’ (título en Hispanoamérica) retrata el aspecto más positivo de Vincent Van Gogh: la pasión. En España preferimos destacar el envés de su carácter: estaba como las maracas de Machín.
Aquí solo podemos ponernos de parte de los traductores: ‘Una niñera a prueba de balas’ (Latinoamérica) o ‘Un canguro superduro’ le dan en los morros al original ‘The Pacifier’ de Vin Diesel.
A algún lumbreras se le ocurrió traducir ‘101 dálmatas’ por ‘La noche de las narices frías’ en los sesenta, un dislate del que aún es víctima una generación de mexicanos, que conocen la película por ese nombre.
Parece que ‘Princesa sobre hielo’ no sonaba lo bastante ‘catchy’, así que Disney optó por el enrevesado ‘Soñando, soñando… triunfé patinando’ en España. Touché!
‘Cops & Robbersons’ (1994)
La cinta ‘Cops & Robbersons’, donde Chevy Chase hacía de policía (sí, de policía) termino siendo ‘Ese poli es un panoli’, un ejercicio de rima fácil más acorde con la faceta humorística del actor.
‘The Parent Trap’ (1998)
Otro título que en su versión española destripa la película con solo echar un vistazo al cartel: ‘Tú a Londres y yo a California’ ¿Era necesario geolocalizar a los protagonistas desde el minuto uno? Por lo menos en Latinoamérica dejaron más abierta la trama con un sucinto ‘Juego de gemelas’.
‘Old Dogs’ (2009)
Y otra tontuna de Disney para terminar: ‘Dos canguros muy maduros’ fue el título con el que condenaron a esta absurda cinta a no salir del circuito de videoclubs, cuando aún existía tal cosa en el mundo. Fin.